La procesionaria del pino

La procesionaria del pino causa graves problemas a nuestras mascotas, especialmente a las más curiosas. Estos ejemplares no puede evitar la atracción que les supone las hileras de orugas peludas bajando de los árboles camino de enterrarse en el suelo donde formarán las crisálidas previas a la salida en verano de las mariposas.

El contacto de este insecto con la piel del perro desencadena una dermatitis urticante. El diagnóstico temprano es fundamental para limitar las secuelas, pero la mejor medida contra esta intoxicación por contacto es la prevención. Debemos evitar a toda costa las condiciones de exposición.

La procesionaria del pino es una mariposa que en verano pone sus huevos en las hojas del pino y algunas otras coníferas, a los 30 o 40 días nace la oruga que forma unas bolsas de seda grandes, y fácilmente visibles, para protegerse del frio del invierno. Al inicio de la primavera, al empezar a calentarse el suelo, bajan formando unas hileras de orugas, y aquí es donde aparece su peligro. No sólo son  muy atractivas  los perros y gatos, también lo son para los niños…. Los pelos que las rodean son muy urticantes, el caso típico en los animales es que al tocarlas con la lengua les provoca una glositis peraguda  (gran inflamación de la lengua) llegando a perder media lengua en muchos de los casos. Otro de los cuadros típicos es el de una gastritis aguda cuando se las comen. Muchas de las veces necesitan hospitalización hasta que pasa lo grave, y sobre todo hasta que aprenden a beber con su maltrecha lengua.

Los primeros auxilios que hay que darles son lavar rápido con agua la lengua para quitarle los pelos de la oruga que se le han quedado adheridos, y cuidado, hay que ponerse guantes porque a nosotros también nos puede provocar una seria urticaria. En la época en la que bajan las orugas, especialmente en los días de viento, se ven  también muchos cuadros de alergias y conjuntivitis, provocados por los pelos que el viento atrapa y pone en suspensión en el aire que respiramos.

El consejo a priori sería evitar entre febrero y abril pasear en zonas de pinares, por desgracia, en Benalmádena y Arroyo de la Miel, año tras año aparecen casos. No dudes en consultarnos cualquier duda que tengas al respecto.