La procesionaria del pino
La procesionaria del pino causa graves problemas a nuestras mascotas, especialmente a las más curiosas. Estos ejemplares no puede evitar la atracción que les supone las hileras de orugas peludas bajando de los árboles camino de enterrarse en el suelo donde formarán las crisálidas previas a la salida en verano de las mariposas.
El contacto de este insecto con la piel del perro desencadena una dermatitis urticante. El diagnóstico temprano es fundamental para limitar las secuelas, pero la mejor medida contra esta intoxicación por contacto es la prevención. Debemos evitar a toda costa las condiciones de exposición.